Antes de estrenar la web decidí contactar con varias de las personas con las he tenido el privilegio de trabajar para que escribieran unas líneas sobre su opinión y experiencia trabajando conjuntamente. Reconozco que sentí cierto pudor al pedir semejante favor, pero me aventuré y recibí regalos tan maravillosos como el que me dejó el magnífico actor y desde hoy mi gran amigo Carmelo Gómez, de quién he aprendido día tras día hermosos valores. Aquí os comparto su preciosa dedicatoria:

“Se miraba Blanca en la piel redonda de su tambor y la escena quiso tocar los crótalos.
En una tierra imaginada, un día como cualquier otro, uno de esos que sin él no podría haber sido el siguiente... es decir, un imprescindible, empezamos los ensayos de El alcalde de Zalamea; una deliciosa obrita de un grande y delicado filósofo español llamado Calderón de la Barca. Pues en un día de esos, una tropa se sentó en círculo en el escenario de primera para comenzar la andadura de una particular aventura. Y como en todas las aventuras inolvidables, había allí rostros, perfiles, ideas, miradas, sobre todo miradas, inolvidables. Quizás la más tierna y delicada (perdonen il ritornello de esta palabra - primor..."delicada") era la de Blanca, que luego supe que añadía a su nombre Agudo.

Y como sé que los nombres nos hacen tanto como nosotros los dejamos hacer, aguda es su mirada por curiosa como la del gato, y aguda su presencia, aguda la amistad y agudo el compañerismo que mostró. Nunca la vi fallar una nota en su tambor, nunca estuvo despistada en el escenario, de todo quiso aprender y todo fue aprendido por ella. Blanca, también nombre Agudo, ya pertenece a la esfera de mi imaginario cósmico. Y si los planetas mantienen su existencia porque se atraen y se guardan respetuosa distancia, Blanca es ya una de esas amigas y es planeta que gravita, para mi bien, muy cerca de mi órbita; tanto como lo puede estar un recuerdo inmortal.

Ahora quiere ser actriz, quizás porque supo que lo era antes de quererlo y si no lo supo yo se lo pregono: por derecho, por sensibilidad, poseerás las lunas de los focos como la percusión te culmina. Mucha suerte; mucha suerte para elegir y así será si repercute tu mirar. Preciosa y el aire.”

Agradecida el alma emocionada, querido amigo, con tus bellas palabras.